En la revista JEU de papel número 1 entrevistamos a tres niños del Sename. Fueron elegidos para nosotros según esa institución, por buena conducta. Ellos formaron parte de nuestra sección llamada Super Niños. Hoy no sabemos de ellos, no seguimos su historia, no realizamos ninguna acción de seguimiento. Solo fueron una entrevista mas que se archivó.
Casi todos los días pasamos por fuera de un centro de detención de menores, de seres humanos pequeños que por alguna razón quedaron atrapados en un sistema.
Imaginar sus conversaciones detrás de esas altas murallas, pintadas con gigantes grafitis que remecen mi espíritu, me llevan solo a sentir desolación.
¿que hago por ellos?
Actuar, realizar algo que permita que ellos estén mejor. Darles un abrazo, sonrisas, hacerlos sentir cariño… ¿Regalarle cosas? si, por supuesto dirán las instituciones de caridad, pues ellos necesitan comida y ropa, es lo que mas necesitan.
¿Qué es lo que mas necesita un ser humano, que es lo que mas necesita un niño?
Los seres vivos necesitan estar cerca de su familia original para crecer de mejor manera. Sus cuerpos cercanos provocan la química necesaria para sobrellevar los malos tiempos. Sí, por supuesto necesitan alimento y ropa, pero ¿de donde sacamos la energía para creer en la vida positiva?
Quiero ir a verlos, quiero mirarlos, hablarles. Quiero trasmitirles mi energía, no de ayuda, sino de fuerza hacia ellos, de resilencia. Quiero verlos sonreir, solo sonreir.
Quiero verlos jugar, correr, hablar. Quiero sentirme bien yo por supuesto, pero son ellos los que deben sentirse mejor.
Son super niños pues pelean contra gigantes fantasmas, contra sistemas inadecuados, contra su adelantada madurez. Son niños que crecerán distinto al resto, con heridas de guerras absurdas que ellos no querían.
Deben confiar en su naturaleza, su instinto, en su espíritu para seguir sus vidas de la mejor manera posible, y quiero ayudar de alguna manera a que eso ocurra.
